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De todos los monumentos históricos que rodean el Guadalquivir, destaca sobre todos ellos la Torre del Oro. Situada durante siglos junto al puerto, la Torre del Oro ha sido testigo de la época de mayor esplendor de Sevilla, cuando la ciudad se convirtió en la capital del Imperio español y fue puerto y puerta de América. A ella llegaban todas las riquezas que se trajeron del Nuevo Mundo, no sólo oro y plata, sino también e igual o más importante, numerosas especies vegetales y alimentos. De hecho, aún hay gente que cree que se llama Torre del Oro por ser utilizada para guardar todo el oro que se trajo de América. Ha tenido numerosas funciones a lo largo de los siglos, desde torre defensiva hasta cárcel, siendo actualmente museo naval. Su interior se puede visitar, complementando esta visita con una ruta en barco por el Guadalquivir.

Construida como baluarte defensivo por los almohades en el siglo XIII, la Torre del Oro tuvo un papel crucial en la conquista cristiana por Fernando III en 1248. Se erige en un lugar estratégico, pues ahí es donde desembocaba el arroyo Tagarete, un afluente del Guadalquivir que hoy en día transcurre bajo tierra para evitar inundaciones y porque se desecó en gran parte para poder utilizar esos terrenos para la construcción. Además, la Torre protegía el puente de barcas que permitía el comercio y abastecimiento de la ciudad a través del Aljarafe. Este puente, que se mantendría hasta el siglo XIX, estaría ubicado en donde ahora está el Puente de Triana, y protegido desde la otra orilla por el Castillo de San Jorge.

En torno a ella, hay numerosas leyendas, desde las que hablan de una cadena de hierro que la unía con el otro extremo y que cortada por el almirante santanderino Ramón de Bonifaz en 1248 (de hecho, la Torre del Oro con su cadena aparecen en el escudo de Santander), hasta las que tienen que ver con su nombre, que algunos atribuyen al oro de América o incluso a una mujer rubios cabellos que fue encerrada allí por Pedro I. Sin embargo, hoy se sabe que los árabes ya la llamaban Borg-Al-dsageb, que traducido a nuestro idioma significa Torre del Oro, debido al reflejo del sol en su superficie.

Desde su construcción ha tenido numerosas funciones: además de baluarte defensivo ha sido utilizada como embarcadero, faro, prisión, capilla y, desde 1944, Museo Naval del Ministerio de Marina. Su visita permite conocer cómo son los instrumentos que se utilizan en navegación y la historia de los grandes navegantes españoles.

La visita guiada a este Museo se puede complementar con un viaje en barco por el río Guadalquivir, en una embarcación que se toma junto a la Torre del Oro. IMAGINA, Educación y Ocio, además de encargarse de los guías y monitores, ofrece su ayuda para realizar las gestiones de reserva y compra tanto de la entrada del Museo como del viaje en barco.

Igualmente, esta visita se puede complementar con otras excursiones que realizamos como una ruta guiada a pie por el Guadalquivir o la visita a la Catedral, el Alcázar o la Sevilla del Siglo XVI.

Más información de las excursiones que realizamos en este enlace: Excursiones y visitas guiadas a Sevilla y provincia.