El ruido se define, en general, como un sonido no deseado y molesto. Este ruido, cuando es originado por la actividad humana, tiene una gran importancia social, cultural y medioambiental por sus múltiples efectos sobre el ser humano y su entorno. Así, un elevado nivel de ruido puede impedir el descanso, provocar molestias y estrés, además de causar problemas de audición y afectar a la salud mental si esta contaminación acústica es continua.
El ruido se considera factor contaminante porque deteriora la calidad de vida de las personas en su entorno, afectando a su vez al medio natural, como, por ejemplo, numerosas especies animales que cambian sus hábitos de vida. Según un ranking de la Organización Mundial de la Salud (OMS), España es el segundo país más ruidoso del mundo, sólo por detrás de Japón. Aproximadamente, unos nueve millones de españoles (un 22% de la población) están expuestos a niveles de sonido que sobrepasan los 65 decibelios diarios que establece la OMS como máximo para una buena calidad de vida.
Las principales fuentes de contaminación acústica en nuestro entorno son muy diversas, pero a modo general se pueden establecer los siguientes parámetros medios:
- El 80% proviene de la circulación de vehículos.
- El 10% corresponde a obras, construcciones e industrias.
- El 6% a ferrocarriles.
- El 4% restante a bares, locales de música, festivales y otros.
Los efectos del ruido en la salud humana y el medioambiente
Desde la antigüedad, se sabía que el ruido afectaba a la calidad de vida de las personas y perturbaba el sueño y el descanso. En la Roma antigua, por ejemplo, las leyes romanas prohibían el tránsito de carros a ciertas horas de la noche.
Una sobreexposición a un ambiente en el que haya más de 65 decibelios puede tener efectos perjudiciales como dificultad de atención, de comunicación y problemas de salud, como molestias en el descanso o el sueño. Si se repiten asiduamente estas situaciones pueden ocasionar estados crónicos de nerviosismo y estrés, que a su vez derivan en trastornos psicofísicos, enfermedades cardiovasculares, alteraciones del sistema inmunitario o incluso la pérdida de capacidad auditiva o sordera.
Según el estudio “III Informe Ruido y Salud DKV – GAES”, uno de cuatro españoles afirma no dormir bien por el ruido ambiental nocturno. Este provoca:
- Fragmentación del sueño: a partir de 35 dB.
- Insomnio y molestias durante el sueño: se diagnostica a partir de 42 dB.
- Hipertensión: a partir de 50 dB.
- Desórdenes psíquicos: a partir de 60 dB.
Si nos vamos a la naturaleza, nos encontramos que existe una relación directa entre el silencio y el número de especies animales y vegetales que existe en un espacio. A mayor silencio, mayor es la biodiversidad. El ruido causa muchos efectos adversos en los animales e incluso en las plantas. Por ejemplo:
– Las aves que dependen de la escucha para localizar a sus presas están seriamente perjudicadas por el ruido industrial.
– El ruido perturba los patrones de alimentación y cría de algunos animales y se ha identificado como un factor que contribuye a la extinción de algunas especies.
– El ruido también se ha demostrado que tiene un efecto perjudicial sobre la reproducción de algunas plantas ya que interfiere con la actividad polinizadora y la propagación de semillas.
¿Qué podemos hacer ante la contaminación acústica?
Una vez que somos conscientes de la importancia de vivir en un espacio con unos niveles sonoros de calidad, es importante que sensibilicemos a nuestro entorno (familiares, amigos/as, compañeros/as, etc.) para que tengan en cuenta que con sus acciones cotidianas deben evitar generar ruido. Y la mejor manera de empezar es dando ejemplo. Evita ser tú una fuente generadora de ruidos, sobre todo, en las horas de descanso.
En los municipios, las fuentes potenciales de contaminación acústica son empresas con establecimientos hosteleros y de ocio (bares, discotecas, etc.), talleres, gimnasios y obradores de pan y otros locales que trabajan de noche. Si en tu entorno hay un foco de ruido intenso y persistente puedes acudir a tu Ayuntamiento para asesorarte y dar conocimiento de ello, y así iniciar una vía legal de quejas.
IMAGINA lleva desde 2016 realizando talleres de prevención de contaminación acústica con Diputación de Sevilla. El objetivo es concienciar y sensibilizar ante la importancia de preservar espacios libres de ruido, poner en valor dichos espacios dentro del municipio para que sus ciudadanos se conciencien sobre los beneficios que generan y de los que disfrutan, y promover medidas para disminuir la generación de ruido, especialmente en aquellas zonas o áreas de alto valor natural y que sean de especial interés.