Situado en lo más alto de la Giralda, contemplando toda Sevilla a sus pies, nos encontramos al Giraldillo, una escultura realizada en 1568, junto al actual cuerpo superior de la torre. Durante siglos, contemplarlo y fijarse en sus detalles sólo estaba al alcance de aquellos con prismáticos o una vista excepcional. Sin embargo, desde 2003, año en el que se culminó el proceso de restauración del original, tenemos la suerte de admirarlo junto a la Puerta del Príncipe, a la vista de todo el mundo, y fijarnos así en todos los detalles y símbolos que lo forman.
Con casi tres metros y medio de altura y 1,2 toneladas, mucha gente no sabe que el Giraldillo en verdad es una veleta que se mueve con el viento. De hecho, su nombre popular viene de este hecho, de que “gira” con el viento, tomando la Giralda este nombre por él. Hay dudas de a quién corresponde su diseño original, atribuido comúnmente a Luis de Vargas o a Juan Bautista Vázquez el Viejo. Lo que sí se sabe es que en su realización también participaron otros artistas como Hernán Ruiz II (o el Joven), el arquitecto de las obras de la Giralda, y el fundidor Bartolomé Morel.
El modelo se inspiró, probablemente, en esculturas clásicas de Palas Atenea, ya que, al igual que la diosa griega, representa a una mujer guerrera. Eso es lo primero que nos llama la atención de esta escultura: aunque reciba el nombre masculino de Giraldillo no es un hombre, sino una mujer, y además, si nos fijamos bien, una mujer embarazada. Además de llevar casco y vestimenta militar, porta en su mano derecha un enorme escudo coronado por una cruz cristiana, y en la izquierda una hoja de palma. Todos estos elementos sirven para simbolizar la victoria de la Fe cristiana sobre la musulmana. Así, va vestida de guerrera como símbolo de la fuerza, está embarazada (símbolo de la esperanza), porta una hoja de palma (símbolo de la victoria) y un gran escudo coronado por una cruz cristiana (símbolo del cristianismo).
¿Te habías dado cuenta alguna vez de todos estos detalles? Es una de las muchas curiosidades históricas que esconde la Catedral de Sevilla y que mostramos en las excursiones escolares que realizamos a ella.
