Situado en lo más alto de la Giralda, contemplando toda Sevilla a sus pies, nos encontramos al Giraldillo, una escultura realizada en 1568, junto al actual cuerpo superior de la torre. Durante siglos, contemplarlo y fijarse en sus detalles sólo estaba al alcance de aquellos con prismáticos o una vista excepcional. Sin embargo, desde 2003, año en el que se culminó el proceso de restauración del original, tenemos la suerte de admirarlo junto a la Puerta del Príncipe, a la vista de todo el mundo, y fijarnos así en todos los detalles y símbolos que lo forman.