De todos los reyes árabes que pasaron por Sevilla, hay uno al que se recuerda con especial cariño: Al-Mutamid, el rey poeta. A él le debemos, en gran medida, la construcción del Alcázar de Sevilla, ya que sus obras en él convirtieron la fortaleza árabe en un palacio admirado tanto por amigos como por enemigos. Sin embargo, su recuerdo viene asociado a su talento como poeta, convirtiendo a Sevilla durante su reinado en un centro cultural al que acudían numerosos poetas y literatos de la época. Y, como no podía ser de otra forma en esta ciudad, en torno a su figura circulan numerosas leyendas en la que se entrecruzan lo histórico con lo mitológico. Read More