La actual situación de confinamiento debido a la rápida expansión del virus Covid-19 supone un desafío para nuestra salud, no sólo física, sino también mental. Son muchos los factores que afectan a ella: el cambio brusco de hábitos, la sensación de pérdida de libertad, el miedo al contagio, la incertidumbre de cuándo acabará esta situación, etc. Factores que se agravan si se convive con menores. Por ello, nuestra compañera Olalla García, psicóloga clínica con número de colegiada AN08993, ha elaborado un listado con algunas ideas que pueden ayudar a las familias con menores a superar esta situación de la mejor manera posible.
La crisis del coronavirus nos afecta a todos y todas. En mayor o menor medida, estamos sufriendo las consecuencias físicas y psicológicas de una situación excepcional, que ha llevado al confinamiento en sus casas a millones de personas en todo el mundo. Tener a menores a nuestro cargo es una problemática añadida, no sólo por nuestra función de cuidadores, sino también porque los más pequeños ponen su mirada y atención en sus figuras de referencia, y, como tales, debemos dar ejemplo y afrontar esta situación con conciencia, tranquilidad y la mayor normalidad posible.
Por ello, uno de los consejos más importantes es mantener unos horarios y rutinas que proporcionen una estructura a la que los niños y niñas (y también nosotros como adultos) puedan aferrarse. Estas rutinas, por tanto, proporcionan estabilidad y seguridad. Pero no hay que caer en el error de sentirnos agobiados por ellas, al contrario, somos nosotros mismos los que podemos fijarlas, planteando entre toda la familia qué es lo que nos apetece hacer, a qué hora comemos, nos levantamos, nos acostamos, realizamos actividades, etc., con flexibilidad pero aportando una estructura al día a día.
Entre las actividades que podemos hacer con los menores es fundamental encontrar un equilibrio entre los deberes, es importante que no se pierda el desarrollo escolar sea cual sea la edad del niño/a, y el juego, pues no hay que olvidar que todos y todas necesitamos movernos (no sólo los más pequeños) y actividades como jugar o bailar nos sirven para activarnos físicamente. También hay que evitar abusar del recurso fácil de dejar al menor solo con la tablet, la tele o el móvil, es decir, que podemos recurrir a ellos en determinados momentos, pero combinándolos con alguna actividad grupal y física.
En cuanto a la parte más psicológica, tenemos que tener en cuenta que esta situación de incertidumbre también se convierte en miedo y ansiedad, y debemos saber manejarla, tanto en nosotros como en los menores. Hablar y expresar nuestros sentimientos es fundamental. No es necesario mentir, ni siquiera a los más pequeños, ni caer en la negatividad y el miedo. Por ejemplo, podemos explicarles que si no salimos de casa no es por miedo al virus, sino por proteger a los demás. Conviérteles en héroes, no en víctimas. Y, sobre todo, fomenta tu empatía y tu capacidad de diálogo.
Puedes consultar todas las recomendaciones de nuestra compañera Olalla García en este pdf.
Mucho ánimo. Esto también pasará, y nos hará más fuertes.